Es la opacidad de una lente natural llamada cristalino que se encuentra por detrás del iris (color del ojo) y que funciona a modo de lupa. Esta opacidad impide que la luz llegue de forma adecuada al fondo del ojo y resulta en mala calidad visual.

La cirugía refractiva es aquella que puede corregir los errores refractivos del ojo como miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.

La retina es la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior interna del ojo y actúa como la película en una cámara. Puede afectarse por enfermedades como la diabetes y por cambios asociados a la edad.

Es una enfermedad crónica y progresiva que afecta el nervio óptico y ocasiona pérdida de la visión periférica. El diagnóstico debe confirmarse a través de estudios objetivos como la campimetría (campos visuales) y el OCT (tomografía de coherencia óptica). De no tratarse puede llevar a ceguera.

La obstrucción es el padecimiento más frecuente de la vía lagrimal y puede afectar tanto a niños como adultos. El síntoma (molestia) más característico es el lagrimeo, sin embargo pueden presentarse otros síntomas como secreción mucosa o purulenta crónica, visión borrosa, enrojecimiento ocular e inflamación de párpados.

El sistema visual contribuye enormemente en el desarrollo de un niño. Hasta el 80% de la información que recibimos durante los primeros meses/años de edad es mediante el sentido de la vista; por lo que es de suma importancia asegurar que su hijo cuente con estructuras oculares adecuadas para desarrollar su visión de manera óptima.